Quizás para algunos este tema sea nuevo, para otros ya es conocido, en todo caso lo importante es no olvidarlo, hacerlo nuestro y difundirlo. En lo personal tengo la certeza y la plena convicción que aquel humilde niño que nació el 18 de Mayo de 1895 en Niquinohomo y murió el 21 de Febrero de 1934 en Managua, tuvo un encuentro especial con una dimensión espiritual más allá de lo natural que lo ungió, lo preparó para cumplir con una misión que trascendió nuestras fronteras superando en su visión a la generación de su época, evoluciono ideológicamente mas allá de la ideología de su momento. Solo alguien que se mueva en una dimensión espiritual puede como David enfrentar a Goliat, de lo contrario muere en el primer intento. Sandino quien desde niño sufrió toda clase de miserias y privaciones económicas al lado de su madre una humilde campesina, fue impactado por la dura y cruel realidad que vivía su pueblo incluyendo torturas y asesinatos como el del General Benjamín Zeledón, emigró de su patria para luego retornar y constituir el Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional enfrentando al poderío norteamericano, quienes por primera vez en la historia utilizaban aviones de guerra bombardeando las poblaciones de las Segovias, pero Sandino lleno de fuerza espiritual, audacia y amor, con su pequeño ejército loco enfrentó, resistió y derrotó al ejército norteamericano ( humanamente era una locura sin precedentes) sin embargo Sandino tenía una cobertura muy superior a las armas norteamericanas, el miraba siempre al más allá, conquistando así la autodeterminación y Soberanía de Nicaragua, estableciendo una nueva ética político-militar, inspirando a grandes luchas en el mundo
Hoy como un homenaje en el 80 Aniversario de su muerte quiero resaltar en este articulo la dimensión espiritual de ese hombre que dijo: “Mi mayor honra es surgir del seno de los oprimidos, que son el alma y nervio de la raza.” Para resaltar la dimensión espiritual de Sandino quiero hacer una exegesis comparativa de su pensamiento a la luz de los textos bíblicos sin sacarlo de su contexto:
1- “Nadie en esta vida es producto de la coincidencia o de la casualidad, lo que hagamos en este Mundo, mientras la materia del cuerpo tenga vida, tendrá repercusiones en la eternidad de nuestro espíritu” (Sandino).
“No os engañéis: Dios no puede ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segara. Porque el que siembra para su carne, de la carne segara corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segara vida eterna” (San Pablo, Gálatas 6: 7,8)
En el pensamiento de Sandino se establece “que nada es producto de la casualidad” lo cual es consecuente con el pensamiento bíblico donde todo responde a un plan a un propósito. Al mismo tiempo Sandino afirma que “todo lo que hagamos en este Mundo en el cuerpo, tendrá repercusiones en el espíritu” declaración que tiene sustento bíblico (Gálatas 6: 8), tema que no deja ninguna tela de duda que Sandino había estudiado las sagradas Escrituras o bien había recibido una revelación especial sobre temas espirituales que trascienden el ámbito de lo material.
2- “Lo que existió en el Universo, antes de las cosas que se pueden ver o tocar, fue el éter como sustancia única y primera de la Naturaleza (materia). Pero antes del éter, que todo lo que llena en el Universo, existió una gran voluntad; es decir, un gran deseo de Ser lo que no era, y que nosotros lo hemos conocido con el nombre de Amor”. (Sandino)
“El es la imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; y el es antes de todas las cosas, y todas las cosas en el subsisten “(San Pablo, Colosenses 1: 15-17)
Una exegesis seria a lo expresado por Sandino en este punto No. 2, desde cualquier ángulo nos arroja una profunda base teológica del “ser lo que no era” mas allá de un enfoque existencialista. Porque Sandino reconoce que antes del “éter” cosmos, existió una gran voluntad y que nosotros hemos conocido con el nombre de Amor. Lo que se enmarca no solo dentro del pensamiento paulino sino de otros escritores sagrados que reafirman la preeminencia de Dios sobre de todo lo que existe.
3- “Pues bien hermanos: Todos vosotros presentís una fuerza superior a sí mismos y a todas las otras fuerzas del Universo. Esa fuerza invisible tiene muchos nombres, pero nosotros lo hemos conocido con el nombre de Dios” (Sandino)
“Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (San Pablo, Romanos 1: 19-20)
Es evidente la contundente confesión y declaración de fe que hace el General Sandino en este punto al afirmar que esa fuerza superior que sentimos en nuestro ser y que se mueve en el universo es Dios. Otros le han dado otros nombres dice Sandino, “pero nosotros lo hemos conocido con el nombre de Dios” aquí Sandino habla de conocer a Dios, no que lo han escuchado o lo han visto, sino que lo han conocido. Quedando claro que lo que Sandino conoció de Dios, es porque Dios se lo manifestó y “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (San Juan 8:32)
4- “Impulsión divina es la que anima y protege a nuestro Ejército, desde su principio y así lo será hasta su fin. Ese mismo impulso pide en Justicia de que todos nuestros hermanos miembros de este Ejército principien a conocer en su propia Luz y Verdad, de las leyes que rigen el Universo” aquí Sandino hace una vehemente exhortación a todos los miembros de su Ejercito a que “principien a conocer la Luz y la Verdad, para que conozcan las leyes que rigen el Universo”.
Miles de años atrás el Apóstol San Juan había revelado: “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron mas las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios” (San Juan 3: 19-21) Jesús es la Luz del mundo.
5- “Por lo explicado se deja ver que el principio de todas las cosas es el Amor: o sea Dios. También se le puede llamar Padre Creador del Universo. La única hija del Amor, es la Justicia Divina. La injusticia no tiene ninguna razón de existir en el Universo, y su nacimiento fue de la envidia y antagonismo de los hombres, antes de haber comprendido su espíritu” (Sandino)
De este párrafo se pueden desprender muchos análisis y reflexiones, aquí Sandino hace afirmaciones profundas tales como:
Que “el principio de todas las cosas es el amor” quien se puede atrever a decir lo contario, incluso cuando San Pablo se dirige a los cristianos les exhorta y les dice que de nada les sirve si hablan lenguas extrañas, si dan su cuerpo en sacrificio, si no tiene amor. Para San Pablo la preeminencia del amor es indiscutible.
“el Amor es Dios” dice Sandino y la Biblia dice que “El que no ama, no ha conocido a Dios. Porque Dios es amor” (1 Juan 4: 8)
Cuando aborda el tema de la injusticia Sandino declara que la misma “no tiene ninguna razón de existir en el Universo” y profundiza sobre las causas de la injusticia. Sobre este tema San Pablo declara: “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad” (Romanos 1: 18)
6- “Pero la incomprensión de los hombres solamente es un tránsito de la vida universal: y cuando la mayoría de la humanidad conozcan de que viven por el Espíritu, se acabara para siempre la injusticia y solamente podrá reinar la Justicia Divina: única hija del Amor” (Sandino) Para el General de hombres y mujeres libres la injusticia se terminara “cuando la humanidad conozca de que viven por el Espíritu”. Por su parte San Pablo en la carta a los gálatas dice: “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis” (Gálatas 5: 16,17) Para Sandino al igual que para San Pablo en ser humano se libra una batalla constante entre la carta y el Espíritu y se descubre que una de las manifestaciones de vivir en el Espíritu es no conformarse ni aliarse con la injusticia, es vivir en la luz de la verdad.
7- “Muchas veces habréis oído hablar de un Juicio Final en el mundo. Por Juicio Final del mundo se debe comprender la destrucción de la injusticia sobre la tierra y reinar el Espíritu de Luz y Verdad, o sea el Amor… Los pueblos oprimidos romperán las cadenas de la humillación…. La única que quedara hundida para siempre es la injusticia; y quedara el reino de la Perfección, el Amor; con su hija predilecta la Justicia Divina” (Sandino)
La visión de un reino basado en la Justicia Divina es la que Sandino vislumbró proféticamente aquel 15 de Febrero de 1931, tres años antes de su muerte, fue capaz de visionar la resurrección de los pueblos oprimidos en concordancia con las Sagradas escrituras “Ciertamente con tus ojos miraras Y veras recompensa de los impíos” (Salmos 91: 8) y es que la fe bíblica nos proyecta a esa esperanza escatológica donde la verdad triunfará sobre la mentira, el amor sobre el odio y la vida sobre la muerte.
“Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán.” (Augusto Cesar Sandino)